He puesto diésel en mi coche de gasolina
¿Qué debo hacer?
¡Tranquilo! todos podemos despistarnos en alguna ocasión, en AR-Cándido hemos preparado una pequeña guía de actuación en caso de que cometamos este error. Nadie está exento de equivocarse, algo que puede ocurrir fácilmente durante las primeras semanas tras renovar el coche e ir a repostar a una estación de servicio.
Los motores de gasolina funcionan de manera diferente a los motores diésel, por lo que utilizan diferentes combustibles. Hay una serie de medidas de seguridad para evitar que el diésel ingrese a vehículos que no son diésel. Por ejemplo, el puerto de llenado del tanque de combustible tiene un orificio diferente, y la manguera no debería entrar. Si aún así esto sucede, el filtro de combustible de algunos vehículos puede detectar el compuesto y dejar de bombear si es incorrecto para evitar fallas graves.
Si añadimos diésel a los vehículos de gasolina, pero nos damos cuenta a tiempo y si el volumen del depósito de combustible introducido no supera los pocos litros, el impacto puede ser cero, aunque nadie lo garantiza. Si ponemos más cantidad de diésel el motor no arrancará, pero si arranca funcionará de forma anormal, lo que provocará humo en el escape y se detendrá. En ese momento, la unidad motriz y algunos componentes auxiliares podrán haber sido dañados, requiriendo una reparación que supondrá unos cuantos miles de euros.
Si notamos nuestro error pero aún no hemos arrancado (o no hemos podido por la protección electrónica del motor), lo mejor es llevarlo al taller en una grúa para que puedan vaciar el combustible, comprobar el estado de los inyectores, así como el de la bomba, el filtro de combustible y el del catalizador, entre otros elementos susceptibles de perjudicarse. Si no hay que sustituir ninguna pieza, felicidades eres muy afortunado, el coste será de unos 100/150 euros más el Diesel que hayamos puesto en la gasolinera. El seguro se puede hacer cargo.